La ingesta de ácidos grasos esenciales, en muchos casos, puede ayudar a combatir la obesidad y otras enfermedades metabólicas (como la diabetes). El omega 3, de hecho, está asociado a la prevención de la obesidad y ayuda a alcanzar mejores tasas de desempeño metabólico para el organismo. Está comprobado que la insulina ejerce efectos reguladores sobre la liberación de glucosa e insulina en el organismo.
Con una alimentación sana rica en ácidos grasos omega 3, por ello, se estarían evitando algunos de los riesgos asociados a problemas metabólicos con estos elementos. El omega 3 es un tipo de ácido graso, además, que posee efecto desinflamatorio. Las personas con obesidad deberían incrementar el consumo de omega 3 para disminuir la inflamación acumulada de manera crónica en distintas partes de su cuerpo.
Las mujeres embarazadas que consumen omega 3, por lo demás, protegen a sus hijos de padecer obesidad infantil. Es importante, de todas maneras, que en el consumo de omega 3 haya un balance adecuado con las cantidades de omega 6 (el índice máximo recomendado debe ser de 4 a 1, en favor del omega 6 —idealmente deben estar en una relación de 1 a 1) para contribuir a un mejor equilibrio orgánico en las funciones metabólicas.
Existe una amplia variedad de fuentes de omega 3 para prevenir la obesidad en dietas de alimentación sana. Todas las frutas y verduras contienen pequeñas cantidades de omega 3 en las proporciones que necesita el cuerpo humano. Algunas de las mejores fuentes de omega 3 de origen vegetal son las semillas de lino y las semillas de chía.
http://www.farmacia-online.eu
No hay comentarios:
Publicar un comentario